20 May Retos de futuro del sector eléctrico
¿Os imagináis un futuro donde dispongamos de una energía más barata? Es posible. Predecir los constantes cambios políticos – y sus consecuentes, normativos – es una buena manera de estar preparado ante nuevas regulaciones que afecten a la tarifa eléctrica. Aunque a día de hoy, aún no se puede conocer con seguridad hacía que camino evolucionará el futuro de la electricidad, sí podemos empezar a plantearnos que oportunidades y amenazas se plantean en su entorno más próximo.
Transformar los modelos de negocios actuales, los cuales empiezan a quedar-se obsoletos, allanará el camino hacia la satisfacción de los consumidores, sin la necesidad de ceder – de manera directa – a sus presiones por reducir las tarifas de la luz. Una solución de energía eficaz y de calidad que se traducirá en una energía más barata.
CONTEXTO ACTUAL DEL SECTOR ELÉCTRICO
Actualmente, debido al cambiante entorno económico y social, las compañías eléctricas – algunas más que otras – se encuentran presionadas por la necesidad de incrementar su eficiencia, para lograr así, precios más competitivos y mejorar su rentabilidad comprometiéndose con el medio ambiente:
- Alto nivel de competitividad y carrera por la obertura de nuevos mercados y nuevas oportunidades de negocio (Sudamérica, Asia y África).
- Penetración de la energía renovable: apuesta por el cuidado del medio ambiente e inclinación de la producción de electricidad hacia prácticas responsables que reduzcan las emisiones de gases contaminantes (CO2) y reduzcan los costes.
- Desmantelamiento de la energía nuclear: la producción de esta energía tiene un costo marginal menor que el de otras generadas a partir de fuentes convencionales, a su vez, es libre de carbono y garantiza un suministro estable. No obstante, se encuentra en el punto de mira, ya que aunque produzca una energía más barata, ésta resulta menos rentable por las elevadas tasas en la inversión de nuevas tecnologías para el mantenimiento y la seguridad.
NUEVOS RETOS PARA GENERAR ENERGÍA MÁS BARATA
Entiendo el contexto, nos será más fácil detectar hacía dónde dirigir las estrategias e inversiones de futuro, que nos aporten una energía más barata:
- Optimización de las redes e infraestructuras: maximizar su disponibilidad y administrar de manera más eficaz la demanda energética. Adaptar y desarrollar los canales de suministro eléctrico de modo que garantice su calidad a corto y largo plazo, y cumpla con los criterios de eficiencia.
- Integración de distintos dispositivos de almacenamiento: fomentar la eficacia fusionando fuentes de generación de electricidad múltiples (renovables, distribuidas, convencionales, micro-redes…), del mismo modo que se deberán administrar mejor las fuentes de generación con el objetivo de mitigar posibles riesgos de pérdidas de capacidad.
- Promover la innovación: desarrollar nuevas tecnologías que permitan optimizar el proceso de administración de energía hacia distintas redes de tráfico. Apostar por el desarrollo de las TI para optimizar los servicios i la factura de la luz modernizando el monitoreo, control y operación.
- Respetar el medio ambiente: parece que aún va para largo que la sociedad pueda hacer el cambio completo hacia energías renovables. Si analizamos el contexto, solo podemos esperar que el futuro de la electricidad se vaya encaminando hacia una tendencia sostenible, menos contaminante. Un ejemplo, seria incentivar el consumo de agua para producir electricidad y abaratar costes traducidos en una energía más barata (como ya se hace en Estados Unidos).
- Apostar por la internacionalización: buscar oportunidades que fomenten el crecimiento y la energía más barata, dirigiéndose hacia nuevos mercados y economías de escala con necesidades competitivas. Una solución para contrarrestar la tendencia de estos últimos años de descenso del crecimiento en los mercados tradicionales es, entonces, explorar la viabilidad de nuevos negocios alternativos que fomenten de nuevo el crecimiento y pueda reducir el precio del KWh.
La tarifa de luz para las empresas es menor que la de los consumidores domésticos, del mismo modo que ocurre entre las tarifas de la luz de diferentes países. Tener en cuenta los parámetros comentados ayudará a reducir los costes de operación en un futuro y quizás, igualar – de algún modo – las tarifas de la luz.
La apuesta por las energías renovables pare ser la solución puntera. Pero, lo más curioso, es que algunos de los países que más contaminan son los que muestran un menor compromiso con regulaciones restrictivas en relación al cambio climático. Algo que seguirá diferenciando, aún más, el consumo energético según las diferentes regiones del mundo.